Con el tiempo, es normal ver las plantas que evolucionan en su maceta. No pierda esta oportunidad para hacerlas más bonitas tomando medidas para realzar sus puntos fuertes y compensar los puntos débiles
Una silueta que se afirma
Muchas plantas, particularmente los arbustos, ven sus ramas multiplicarse o según los casos, resumirse a un pequeño número. Las hortensias, por ejemplo, tienen tendencia a formar muchos tallos pequeños, mientras que los arces forman un tronco poco ramificado. El efecto buscado en un principio se modifica, y si no se interviene, el cuadro puede hacerse un poco triste, mientras que al contrario, es una suerte poder componer una escena con plantas maduras. La primera tarea será mirar la planta para detectar lo que debe realzarse, como las ramas principales o al contrario un volumen que se ha vuelto imponente debido a la proliferación de las ramas.
Primero, un poco de poda
Una vez que ha mirado bien a su planta, pode lo que no va en el buen sentido. La temporada que va de octubre a marzo es el mejor momento para efectuar esta poda, porque la silueta es más visible cuando las hojas se han caído. Despeje las ramas principales cortando al ras (a 5 mm del tronco) los pequeños tallos que velan la silueta. En las plantas en las que prefiere el volumen, acorte (o suprima cortando al ras) las ramas enclenques que se escapan de este volumen. Aproveche en cualquier caso para hacer una limpieza, retire las ramas muertas y todo lo que afee a la planta.
Ponga de nuevo el nivel
El sustrato tiene también tendencia a aplastarse con el tiempo, y es normal. Añada un poco de sustrato. Lo más rápido es poner un poco por encima de la maceta, pero vale la pena poner debajo, sobre todo para las plantas a las que no les gusta estar demasiado enterradas como a lo hibisco o los arbustos perennes. En este caso, saque la planta de la maceta, añada un poco de sustrato en el fondo, y ponga de nuevo la planta. Evidentemente, ¡el cepellón no debe salirse de la maceta!. Atención igualmente al aplastamiento del sustrato en el fondo, no debe llevar a la asfixia de las raíces (que se caracteriza por una podredumbre, un color marrón y un olor poco agradable). En este caso, hay que trasplantarla.
Aún más bonitas
Una vez que estas tareas de reparación estén terminadas, no le queda más que afinar los detalles. En los pies de los grandes sujetos, en los que la tierra está desnuda, ponga un cubresuelos tapizante como el ophiopogon o la helxine. Estas plantas con un arraigamiento superficial no le hacen demasiada competencia a las plantas con raíces profundas como los arbustos. Deberá seguramente deshacer el cepellón de las que llegan para pasarlas a la maceta en las que hay una planta instalada. Puede así poner un mulching de grandes guijarros si desea un resultado mineral. No dude tampoco en poner las macetas por grupos para crear escenas. Algunas plantas pueden de esta forma encontrar su sitio en segundo plano si su tallo no es gracioso.
Un toquecillo de locura
Otra técnica para "despertar" a una planta al que le falta energía consiste en hacer trepar una planta con flores y poner un poco de color, pero sin quitarle la luz. Hay que escoger una planta no demasiado rigurosa, que pondrá en una maceta a proximidad de la maceta a revitalizar, guiando los brotes de la liana hacia esta última. Las clemátides y los jazmines son perfectas para este rol porque tienen un vigor bastante moderado dando un toque atractivo. Además, no necesitará darles un soporte especial.
Realice un vínculo
No dude en repetir una misma especie de una maceta a la otra para que el conjunto parezca más homogénea. Las pequeñas plantas sobrias, que crecen un poco por todas partes sin quitar la comida a las plantas que codea, son las más indicadas. Piense también en dispersar heucheras, la convalaria (Ophiopogon), las hiedras, los claveles, las violetas etc. Coja las plantas lo bastante pequeñas para que por ellas mismas creen un aire natural.
Añada un poco de decoración
Cuando una planta ha perdido su atractivo, por ejemplo porque ha terminado de florecer y sólo enseña sus hojas durante el resto de la temporada, ¡dele otro valor! Lo ideal es un elemento de decoración a plantar en la maceta: pájaros, mariposas o libélulas son los preferidos de muchos jardineros, pero puede también pensar en elementos no figurativos, Incluso contentarse con unos tutores pequeños pintados etc.
Lo esencial es servirse de la planta que quiere realzar para que la decoración juegue con el follaje, haciendo contrapunto de este. Con un follaje claro, asocie un elemento oscuro, para un follaje fino asocie una decoración con grandes formas, etc