Remplazar las tejas por una capa de verdor, no es tan complicado. Pero es mejor reservarlo a una caseta de jardín porque hay limitaciones que hay que respetar.
El tejado vegetal tiene ciertas ventajas, ya que regula la temperatura de la construcción sobre la que se sitúa. Y esto es cierto tanto en verano como en invierno. Este tejado no está opuesto con la recuperación del agua de lluvia, porque el tejado vegetal solo retiene una capa fina de agua (hasta 10mm por m²). En caso de lluvia ligera, el tejado vegetal se riega, pero en caso de tormenta, deja evacuar una parte del agua.
Un principio simple
La técnica se basa en un sistema muy simple constituido de una capa de plantas tapizantes, como las plantas grasas que resisten al frío y que cultivamos bajo una capa de drenaje ligero como la puzolana o el esquisto expandido. El césped sobre el tejado, que se ve mucho en Europa del norte, no está adaptado porque hay que cortar la hierba de vez en cuando y tiene tendencia a secarse completamente durante el verano cuando hay episodios de sequía, a los que nos estamos familiarizando. Para crear un tejado vegetal, hay una condición imperativa; que el armazón de la casa pueda soportar la carga del tejado vegetal maduro después de una gran lluvia, del orden de 30 a 50 kg el m². Esto necesita reforzar la estructura de los cobertizos, ¡que en principio no están concebidos para este uso!
En varias capas
En detalle, una capa de estanqueidad debe extenderse sobre el tejado. La mejor solución es una lona para estanques, que extendemos y pegamos a la estructura del tejado. Hay que prever bordes para retener el sustrato (el esquisto expandido) que se pondrá por encima. Es más fácil vegetalizar un cobertizo de jardín con una ligera inclinación (menos de 15°) porque si no, tendrá que añadir traviesas horizontales bajo la lona, que servirán a retener el sustrato y evitar que se caiga. La lona no debe estar agujereada porque habría fugas en las zonas perforadas. Del lado del sustrato, tenga la mano ligera con una capa de 5 cm de espesor. No hay que aportar tierra, arena o grava porque sería muy pesado. Puede ayudar a la naturaleza extendiendo un poco de sustrato. El sustrato para bonsáis está bien adaptado en este caso y puede poner 2kg por m² (un saco)
La plantación
Consiste en calar las plantas grasas en el sustrato, habiendo retirado una buena parte del cepellón. Más vale que el tiempo sea un poco húmedo para que las plantas tengan el tiempo de arraigar y crecer. La instalación es de todas formas muy lenta y necesitará dos años para cubrir el techo (cuente 10 plantas por 1 m²). Será útil regar un poco durante las sequías estivales. A principios de la temporada, ponga un poco de fertilizante a liberación lenta, como para un césped. Una vez que la vegetalización esté verdaderamente instalada en las pendientes, no tendrá nada que hacer. Podrá incluso pensar en otras plantaciones, como la campanilla plateada, los iris, los tomillo, esparto, serpol…