Crear un rincón japonés

¿Deseos del Oriente? De un rincón de serenidad en todas las estaciones? Instalar un espacio a la manera de los jardines japoneses está hecho para usted. No es complicado, ya que las bases son muy simples.

Crear un rincón japonés
El jardín de un maestro de jardines japoneses, Erik Borja: en siluetas.

Primero, aislar el espacio
El arte de los jardines japoneses puede exprimirse en cualquier circunstancia, aunque el sitio esté rodeado de muros ciegos o que den sobre un paisaje. Pero es más fácil de cercar los espacios que vamos a acondicionar por más facilidad, sobre todo si los alrededores no son atractivos, o porque queremos crear una burbuja para aislarse. Escoja preferentemente unas paredes ligeras, como unas claustras, biombos de jardín, un brezal o cañas bien enganchadas para que el viento no las arranque. Los tutores de bambú son muy útiles para mantener los elementos en su sitio.

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La fuente puede ser más o menos elaborada (jardín japonés del puerto de Havre).

Diseñar el conjunto
En función del sitio disponga, puede incluir más o menos cosas. En unos metros cuadrados, les hará falta una pequeña linterna o una estatua y unos bambúes pequeños. Es un gran espacio (más de 100 m²), puede considerar un estanque, un rincón de lectura o un sitio para meditar.
Tradicionalmente, la entrada de un jardín japonés se efectúa por un pórtico bajo que incita a la humildad. Encontraremos una fuente justo después, lo que simboliza la purificación del espíritu. Empiece por diseñar unos caminos, de 60 cm de ancho, en función del recorrido, que debe ser sinuoso. La implantación del resto (sitio donde sentarse, linterna japonesa, plantaciones, puntos de mira...) se hacen naturalmente, en función de las ganas.

Escoger las plantas
Los vegetales de un jardín japonés son lo más a menudo con hojas siempre verdes (vegetales perennes), ya que es un lugar que se visita todo el año, para poder aprovechar toda la estación. Los bambúes enanos, el bambú sagrado (Nandina), las juncias (Carex), las hierbas de Japón, los rododendros... Los arces japoneses y el cerezo enano Kojo-nomai son los imprescindibles, incluso en los espacios más pequeños. Si tiene sitio, incluya otros vegetales con hojas caducas que le darán un plus; avellano tortuoso, el albaricoquero japonés o el membrillo japonés, son una selección excelente. Dispóngalos dejando un margen alrededor de cada uno para poder aislar la silueta. Sepárelos con plantas tapizantes como el cotoneaster rastrero, festucas, ophiopogon (turquesas hierba)... El musgo de los troncos es tentador pero no siempre está autorizado extraer, y además le cuesta rebrotar en un jardín. Piense igualmente en incluir vegetales a podar en forma de guijarro (boj, filaria, acebo).

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El bambú y la turquesas hierba, dos imprescindibles.
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El bambú y la turquesas hierba, dos imprescindibles.
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El arce Japonés es perfecto cerca del agua.
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La linterna japonesa, siempre es agradable a admirar, ¡sobretodo una vez patinada! (Jardín japonés del puerto del Havre)

El mineral, la mitad del éxito
Los elementos de piedra son muy importantes en un jardín japonés porque simbolizan la naturaleza inanimada. Guijarros, piedras decorativas, pasos japoneses, superficies de arena, etc deben por tanto integrarse al espacio. Para tener limpias estas superficies minerales, no está prohibido utilizar un geotextil por debajo para limitar el desherbar. Elimine los alineamientos de números pares y ángulos vivos. Pero no ahorre en las cantidades: ¡la piedra cuenta lo mismo que un vegetal en un jardín japonés!

M. Jean-Michel GROULT
 
Pépinières PLANFOR
1950 Route de Cère
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Tel : 913.753.030