Porque regar ?

Se habla a menudo de jardines sin riego y de restricciones de agua. Regar un jardín es aveces indispensable, y aveces no. Aprendiendo a hacer la diferencia, reservará el agua a las plantas que lo necesitan de verdad!

Las plantas en maceta

Las plantas en maceta

Estas son prisioneras del volumen que se les ha dado. Para ellas, no es cuestión de ir a buscar el agua en otra parte, excepto si las raíces se escapan por el agujero de drenaje ( el agujero en el fondo de la maceta ), que no es deseable por numerosas razones. Hay que regar por tanto las plantas en maceta regularmente. A menudo el jardinero principiante se pregunta con que frecuencia debe regar la planta. La respuesta no es complicada: no hay una buena frecuencia, hay que regar simplemente cuando la planta tiene sed! Si ha llovida, que hace fresco o que la planta posee un gran volumen de tierra en su maceta, no merece la pena precipitarse a por la regadera. Si al contrario, el tiempo es cálido, o que hay viento, hay que verificar regularmente el estado del suelo. Al tocarlo, si la superficie esta seca, hay que probablemente humedecer un poco.

Las plantas jóvenes

Una planta, que posee un cepellón de poco volumen en la plantación, tiene pocas posibilidades de ir a buscar el agua en sus alrededores. Rápidamente, esta echarà raíces para ir a explorar los alrededores ( si la tierra se ha trabajado correctamente ). Pero al principio, esta se encuentra en tierra como en una maceta y un riego la ayuda a mantenerse mientras que eche las raíces en la tierra. Incluso las plantas que no necesitan riegos en su edad adulta, necesitan una ayuda, por ejemplo durante el primer año.

Tierra apisonada, tierra mal regada

El trabajo del suelo influencia en el flujo del agua en el suelo, y por tanto en la sensibilidad de las plantas a la falta de agua! Cuando la tierra está compactada, esta se comporta como una mecha: en la superficie el agua se evapora bajo la acción del sol y del viento, aspirando simplemente el agua en profundidad. Al contrario, este efecto de mecha, no existe en una tierra bien aireada. La superficie del suelo se deseca igualmente, pero la tierra al no estar apisonada, el agua debajo no se ve arrastrada. De ahí el proverbio francés; « una tierra binada vale dos regadas ». En realidad, binar ( acción que consiste en romper la corteza en la superficie de la tierra, y por tanto a descompactar superficialmente la tierra ) no vale lo que dos riegos, pero ahorra un riego copioso. Binar la tierra al pie de una planta sedienta no arreglará la situación! Pero una vez regado, binar retardara la fecha del próximo aporte de agua.

Por regar demasiado...

Por regar demasiado...

Atención sin embargo, a nunca regar demasiado. El exceso es peor que el mal. Demasiada agua puede pudrir las raíces asfixiandolas. Las plantas toman un tinte amarillento, crecen menos. Los vegetales de seto, como los boneteros y los arboles del paraíso, pueden también perder sus hojas. En este caso, hay que limitar los riegos, y seguramente mejorar el drenaje al pie porque el agua se cuela mal en este suelo.

Regando muy a menudo, se arriesga también a volver a la planta dependiente de la irrigacion. Esto es particularmente cierto con el césped. Al aprovechar de un riego regular, la planta no tiene que ir a buscar el agua en profundidad: se contenta con explotar la que usted le da, con la ayuda de las raíces situadas cerca de la superficie del suelo. Y cuando la sequía llega, que no riega más... es la catástrofe para la planta! El suelo se deseca en la superficie, y la planta dependiente del riego, muere. Al contrario, una planta « privada » de agua pasará mejor el verano.

M. Jean-Michel GROULT
 
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