Microbosque urbano
Actualizado el 19-09-2025
El microbosque urbano pretende recrear rápidamente un pequeño ecosistema forestal en un entorno urbano o periurbano, por regla general en una pequeña parcela de terreno. Este tipo de proyecto ofrece múltiples beneficios ecológicos y sociales tanto para la ciudad como para sus habitantes.
A continuación, le damos algunos consejos para guiarle en su proyecto de plantación:
1. Análisis del emplazamiento
Antes de empezar a plantar, es esencial analizar y comprender su emplazamiento:
- Superficie disponible: asegúrese de que el proyecto de plantación se ajusta a las limitaciones del entorno urbano (redes, vías de circulación, usos, etc.).
- Tipo de suelo: ¿arcilloso, arenoso, limoso? Esto determinará la retención de agua y la disponibilidad de nutrientes.
- Exposición solar: ¿Pleno sol, sombra parcial, sombra total? Adapte su elección de especies, pero tenga en cuenta que la mayoría de las especies forestales aprecian la luz solar parcial o total.
- Humedad: ¿Suelo seco o húmedo? Prevea un punto de riego cercano para el riego inicial.
- Exposición al viento: Las zonas muy expuestas requerirán especies más resistentes.
2. Trabajo del suelo
Esto será necesario sea cual sea el tipo de plantación prevista.
- Preparación del suelo: Antes de plantar, conviene enriquecer el suelo con materia orgánica, compost o estiércol para crear una rica capa de humus.
- Acolchado: Un acolchado grueso (15-20 cm) de paja, virutas de madera o residuos orgánicos es esencial durante los primeros años. Mantendrá la humedad, protegerá las raíces, nutrirá el suelo y limitará las malas hierbas
3. Plantación
La selección de especies es crucial para crear un ecosistema resistente en un entorno urbano. Al igual que en un bosque tradicional, un microbosque se compone de varios estratos vegetales que trabajan juntos:
- Árboles altos: forman copas y dan sombra.
- Árboles medianos: Más pequeños, crecen bajo los árboles principales y cubren el espacio.
- Arbustos y matas: Forman el estrato arbustivo, proporcionan un hábitat y suelen ser los primeros en producir frutos.
- Plantas tapizantes: Cubren el suelo, lo protegen, mantienen la humedad y crean biodiversidad.
4. Mantenimiento y supervisión
- Riego: Los 2 ó 3 primeros años son cruciales. Riegue regularmente, sobre todo durante los periodos de sequía. Una vez establecido, el microbosque ya no necesitará ser regado.
- Desherbado: Durante los 2 primeros años, asegúrese de que los árboles no se vean ahogados por las malas hierbas.
- Seguimiento: ¡Observe el crecimiento! La velocidad a la que se desarrolla un microbosque es impresionante.
5. Beneficios de un microbosque
- Biodiversidad: El microbosque se convierte en refugio de múltiples especies animales (aves, insectos, pequeños mamíferos).
- Mejora de la calidad del aire: los árboles absorben CO2 y partículas contaminantes.
- Reducción de las islas de calor: Los bosques urbanos refrescan el aire ambiente.
- Gestión del agua: El suelo forestal retiene mejor el agua de lluvia.
- Vínculos sociales: Un proyecto de microbosque puede ser un fantástico proyecto comunitario, que reúne a los residentes en torno a una iniciativa ecológica.
Vea nuestra selección de plantas para crear un microbosque :
Catálogo de Plantas para microbosques urbanos