Un aire oriental con los arces de Japón

Grandes o pequeños, todos tienen en común que se cultivan muy fácilmente. Y no son nada frágiles, así que ¡no se prive, sobre todo en maceta!

Un aire oriental con los arces de Japón
Un aire oriental con los arces de Japón
¡Algunos arces de Japón pueden llegar a ser grandes!

Una diversidad increíble

Los arces de Japón están muy diversificados. Las formas más clásicas tienen unas pequeñas hojas palmeadas, que toman unos colores muy bonitos en otoño. Otros tienen las hojas más redondeadas, o al contrario más recortadas. Presentan todos los moteados posibles. En primavera, la eclosión de las yemas o brotes es muy bonita. Y durante el verano, su follaje toma unos tintes que van desde el verde hasta el púrpura casi negro, pasando por un amarillo dorado. Existen más de un medio-millar de variedades de arces de Japón. ¡Seguro que hay una para usted!

Resisten todo, o casi

A veces nos imaginamos que el arce de Japón es una planta de tierra de brezo. En realidad, soporta bastante bien la caliza, e incluso las tierras un poco arcillosas, siempre y cuando les ayudemos con abono compuesto. Las variedades con hojas púrpuras o verdes, y cuyo follaje no es muy recortado, soportan bien el sol y no es necesario reservarles un lugar a la sombra. Lo ideal, para todas las variedades, es un sitio a medio sombra, bañado por el sol durante solo una parte del día. El arce de Japón, en la naturaleza, es un árbol lindero. Algunas variedades pueden llegar a ser grandes (más de 6 metros de altura) mientras que otras se quedaran en forma de pequeños matojos.

Por todas partes, excepto al viento

El arce de Japón puede encontrar su sitio tanto en maceta como en plena tierra, en un jardín pequeño o grande. Su único enemigo, no es el frío, es el viento que lo deseca en verano y le hace sufrir en invierno. En una región ventosa, piense a resguardarlo detrás de un seto de vegetales que guardan sus hojas todo el año.

La instalación de un arce no presenta ninguna dificultad. Escoja bien el sitio donde plantarlo, en función de sus colores, particularmente, en función de su follaje. Las hojas amarillas durante el verano temen el pleno sol, mientras que a las variedades más rojas les gusta un poco más la luz que a las otras.

Un arce de Japón puede soportar un suelo un poco seco en verano, si tiene la posibilidad de enraizarse profundamente. En suelos rocosos (sobre todo calizos), más vale cultivarlo en maceta, a no ser que tenga un verano muy húmedo. En otros lugares, bastará con regarle bien los primeros años, el tiempo que se instale, o de darle un empajado o mulching de mayo a octubre. Dele el equivalente a una regadera cada semana.

La plantación paso a paso

1 Empape el cepellón en un cubo de agua.
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2 Sáquelo de su maceta.

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3 Verifique que el agujero preparado sea bastante ancho y profundo.
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4 Cale el sujeto en el agujero, a la buena profundidad.
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5 Llene el agujero, con un sustrato si el suelo es pobre.
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6 Riegue en cubeta a los pies.

Un aire oriental con los arces de Japón

¿Y la poda?

No es necesaria excepto si el arce de Japón se vuelve demasiado voluminoso en los jardines, o, para darle una forma particular. Se puede, efectivamente esculpir, porque soporta muy bien la poda. El único imperativo: pódelo en febrero-marzo, justo antes de que entre en vegetación. Un arce de Japón, puede vivir más de un siglo, incluso las variedades pequeñas. ¡Va a disfrutarlo durante mucho tiempo!

M. Jean-Michel GROULT
Pépinières PLANFOR
1950 Route de Cère
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Tel : 913.753.030