Utilizar bien un fertilizante

Cuando utilizamos un pesticida leemos el envase con mucha atención, pero con un abono lo utilizamos sin mirar... y nos equivocamos.

Envase instructivo

Todos los abonos del comercio tienen un código con letras y cifras. Desconcertante cuando no sabemos interpretarlas, la información se vuelve muy interesante para un jardinero experto. ¿Lee los productos que compra a sus hijos?. ¡Haga lo mismo cuando compre algo para sus plantas!

Utilizar bien un fertilizante

En tres letras

La composición de cualquier abono del comercio ( incluso bio ) corresponde al símbolo químico de cada elemento nutritivo seguido de su cantidad, sin medidas. A veces hablamos del código NPK (N por el nitrógeno, P por el fósforo y K por el potasio). Así encontrará abonos tales como :

N-P-K 15-12-8 : contiene 15 partes de nitrógeno por 12 de fósforo y 8 de potasio, y nada más ( sin oligoelementos). Es un abono bastante somero y concentrado, porque las cifras son elevadas. A reservar para los céspedes y los setos, por ejemplo, y usar con moderación.

N-P-K 7-5-6 + 1 S : contiene 7 partes de nitrógeno por 5 de fósforo y 6 de potasio, pero contiene también 1 parte de azufre (S). Un poco menos somero que el precedente, a utilizar por ejemplo en flores o verduras poco exigentes.

N-P-K 1-3-2 + 1 MgO : contiene tres veces más de fósforo que de nitrógeno, y dos veces más de potasio que de nitrógeno, y además tiene magnesio (MgO). Las cifras son un poco elevadas: es un abono suave, con el que el riesgo de sobredosis es menos alto.

Comparando el código de dos abonos, usted podrá ver rápidamente cuál es el más rico (las cifras más elevadas) y su proporción respectiva. Puede de esta forma comparar fácilmente los productos, encontrar un abono de sustitución, que contenga la misma composición y a veces menos caro.

Conserve la forma de presentación

Los abonos del comercio, orgánicos o químicos, se venden con una forma de presentación que facilita el uso. Los granulados, por ejemplo, deben incorporarse a la tierra, cerca de las raíces, a 10 cm de profundidad aproximadamente. Los abonos líquidos deben diluirse en la dosis correcta y ser aplicados durante los riegos, a los pies de los vegetales, en una tierra que ya está húmeda. Pero no es cuestión que intente fabricar un abono liquido con uno solido que no está previsto para esa forma de aplicación, pues iría derecho al fracaso y al desengaño ( imposibilidad de disolver el abono) y a las plantas no les gustaría sin duda alguna.

¡Abono y ríos: una pareja desavenida!

La presencia de pesticidas en el agua es inquietante. Y sin embargo, los abonos utilizados en los jardines causan el mismo daño al medio ambiente. Con el uso excesivo de abonos, los jardineros participan en la degradación de las aguas superficiales, fomentando el desarrollo de algas y otros efectos indeseados lejos de nuestras parcelas cultivadas. Por tanto, limite el uso de abonos en las zonas que vierten sus aguas en los ríos, al igual que en aquellos terrenos inclinados ( más de un 7%) en las que el agua erosiona o hace surcos, o en las proximidades de estanques.

A saber : la polución no se debe únicamente a los abonos químicos, pues también es debida a los abonos orgánicos (bio). Hablando de abonos hay que tener en cuenta que el exceso causa la contaminación, y poco importa el origen del abono.

M. Jean-Michel GROULT
 
Pépinières PLANFOR
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