Las babosas

Son una de las grandes plagas del jardín. Las babosas son prolíficas y voraces, pero es posible limitarlas, A falta de deshacerse de ellas completamente.

Las babosas

Las babosas

Los síntomas

Los daños cometidos por las babosas son relativamente simples a identificar : las partes tierans de las plantas son carcomidas, los bordes de las heridas son irregulares. Las plantas atacadas muestran trazas de mucosidades, signo del paso de los moluscos.

Su ciclo

Una babosa puede vivir varios años y sigue activa mientras que el tiempo sea húmedo y las temperaturas superiores a 0 C°. Cuando el tiempo es muy caluroso, se mete a descansar. La babosa actúa sobre todo por la noche y durante los días en los que el tiempo es gris y está cubierto. En cuanto la luz vuelve, la babosa se dirige hacia un refugio húmedo y oscuro, a menudo a los pies de la misma planta que ha atacado. Las babosas aovan en otoño, un solo bicho puede llegar a tener 300 descendientes al año (¡acordémonos que las babosas son hermafroditas ! ). Los huevos están hundidos en la tierra, a unos centímetros bajo la superficie.

Cómo luchar

En caso de ataque masivo, solo el uso de productos antibabosas les permitirá guardar el control de la situación. El producto más ecológico es el fosfato férrico, que no tiene ningún peligro para los auxiliares del jardín ni los animales domésticos y los pájaros. Hay que extenderlo al aire a voleo alrededor de las plantas atacadas, y de volver a poner después de cada lluvia fuerte, ya que el producto se degrada con la humedad. Las cenizas de la madera se usan de la misma forma, pero se han revelado menos eficaces. Puede también inspeccionar las plantas a cuando se ha hecho de noche (¡con una linterna !). Según sus convicciones, no le quedará más que matarlas las babosas que haya encontrado, o bien a liberarlas a gran distancia del jardín.

Cómo evitarlo

Los cultivos son aún más vulnerables a las babosas cuando esta encuentra refugios a proximidad. Lo que mantienen la tierra húmeda y al abrigo de la luz, es susceptible de servir de albergue a estos bichos : lechos de hojas muertas, moulchin de plástico etc. Por tanto, no hay que dejarlos a proximidad de las plantas más sensibles. Las babosas van con más ganas a las superficies con hierba que donde la tierra está desnuda donde son vulnerables. Remover regularmente la tierra alrededor le las plantas susceptibles de ser atacadas reduce por tanto el riesgo. Además, esto expone los huevos a las helads invernales, lo que reduce el número de babosas.

Bueno a saber

Para preservar una maceta de una incursión de babosas, basta con ponerlas encima de una maceta cabeza abajo, esta último bañándose en un plato ancho relleno de agua. Esto constituye una especie de « douve » que las babosas no irán a atravesar porque no saben nadar. Es igualmente posible proteger una zona rodeándola de una banda de cobre penetrando en el suelo sobre unos centímetros y depasando de 10 cm : las babosas no soportan el contacto con este metal.

M. Jean-Michel GROULT
 
Pépinières PLANFOR
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