La vida del suelo

El suelo no es solo una materia en la cual las plantas están arraigadas para no salirse con el viento. Una buena tierra debe hervir de vida. ¡Un suelo en el que pocas cosas se pasan corresponde a menudo a un suelo de mala calidad!

Un gusanito...

En un metro cuadrado de tierra se encontrará con mucha « gente ». Así, encontramos centenares de gusanos (lombrices), miles de insectos y otros bichitos, centenas de miles de acaros, millones de nematodos (gusanos microscópicos) y entre 100 y 1000 millones de bacterias invisibles a simple vista. Hay que añadir las hongos, cuyos « sombreros » son como la punta del iceberg, porque los filamentos del iceberg recorren el suelo en todos los sentidos. En toda esta masa, solo algunas especies pueden causar daño a las plantas. ¡Es por tanto para favorecer sus cultivos que juega esta vida del suelo!

A veces, las enfermedades se desarrollan en las plantas porque estas tienen la vía libre. Es el caso de algunos hongos patógenos. En un suelo inerte, no hay nada que los pare y pueden atacar las raíces de las plantas cultivadas. En un suelo con vida, van a encontrarse con sus enemigos naturales, que les van a cerrar el paso. Por ejemplo, los « buenos hongos » va a ocupar el espacio alrededor de las raíces de las plantas, impidiendo que los hongos nefastos de acercarse. Es lo que llamamos de forma erudita, el efecto antagonista.

Reciclajes y residuos verdes

A los seres que viven en contacto con la tierra no les gusta la luz. Si las cochinillas huyen cuando las sorprende al levantar una maceta, no es porque estén haciendo algo malo, ¡es porque están deslumbradas! Como las otras, participan a la transformación de los restos de vegetales en humus, como en el abono compuesto. Algunos son carnivoros, los cárabos cazan las babosas jóvenes y los gusanos, mientras que los mil patas cazan las orugas imprudentes raptando en el suelo.

Una buena tierra de jardín funciona por tanto como una fabrica, con un único objetivo de nutrir las plantas que meten sus raíces. Ayudar a esta vida, significa ayudar sus plantas. Para ello una capa de paja generosa de hojas muertas o de tallos triturados son ideales. Loas aportes regulares de compuesto son también muy útiles.

Arar la tierra, el debat

Algunos jardineros bio se niegan a remover la tierra, porque el hecho de mezclar las capas de tierra transforma la vida de la tierra. Particularmente, las bacterias de arriba se encuentran abajo y recíprocamente, lo que seria dañino. En realidad, no han nada que lo pruebe, y los suelos arados no están menos vivos que los otros. No hace falta trabajar el suelo a 50cm de profundidad: rascar la superficie basta a las plantas que cuyas raíces no entran muy lejos en la tierra.