Los buenos métodos ecológicos

Pasar de la teoría a la práctica puede parecer complicado cuando queremos un jardín bonito, sano y vivo. Pero es posible con la condición de ir poco a poco y ¡sobre todo de mirar!

Lo primero, la vida

¡No tema dejar crecer lo que no conoce! No hay malas hierbas, sólo plantas que molestan. Aprenda a conocer la flora natural de su jardín, y localizar las que hay que controlar. En el lote, hay seguro las que no le darán ningún problema, o cuya floración es finalmente interesante. Habrá otras que serán útiles a la oruga de una mariposa, o bien a un pequeño coleóptero que se nutrirá de esta planta. En este caso, ¿por qué no « adoptar » estos habitantes que no causarán daños en otros sitios y de cierta manera apadrinarles ofreciéndoles un albergue en su jardín?. Es así como se obtiene un jardín más vivo. Poco a poco, otros animales vendrán a añadirse a los primeros, y verá que las plantas no sufren, ¡al contrario !

Estos pequeños refugios pueden ayudar a hacer venir a la fauna, particularmente los refugios de mariquitas, a los crisopidos y abejas solitarias, todos muy útiles en el jardín. Incluso en un balcón, ¡estos refugios alegrarán a alguien!

Cuide la tierra

Un jardín natural y con buena salud es ante todo, una tierra viva. Piense en dinamizar su suelo, dándole material orgánico, como el estiércol descompuesto, o aún mejor, compuesto hecho por usted. Adopte el reflejo del « empajado » guardando siempre una manta sobre la tierra (hojas muertas, heno, restos de poda, etc). Es bajo este colchón que su tierra se desarrollará, exactamente como en el bosque.

Se dice a menudo que en un jardín ecológico que se gestiona con métodos biológicos, no hay que remover la tierra. Realmente, hay que descompactar la tierra, y los medios mecánicos como la moto azada tienen la tendencia de matar la vida subterránea. Pruebe medios alternativos, como la aero-laya o la horca recurvada (que sirve para arañar el suelo). Un suelo vivo y cubierto siempre tiene, sin embargo, menos necesidad de ser descompactado.

Plante en el momento oportuno

Tómese las cosas por el buen lado y busque lo que mejor se adapta a su jardín. Si la planta crece, atraerá menos devastadores que una planta mal adaptada y convaleciente. Porque la naturaleza está bien hecha: numerosos devastadores constituyen de hecho « limpiadores », actuando sobre las plantas enfermas, como lo hacen numerosos predadores con los animales enfermos. Una planta bien adaptada a la región será por tanto más sana y menos sensible a los ataques.

Actúe con medida

En cuanto algo le parezca raro (hojas retorcidas por ejemplo), no saque la artillería, al contrario ¡observe! ¿Este fenómeno es normal?, ¿a qué podría deberse?, ¿hay un medio de solucionarlo de forma simple y suave?. Evitará de tratar donde no es necesario, incluso de agravar el caso de la planta. Así, de cara a algunos pulgones, sepa que la planta no morirá. Pero si son muy numerosos puede transmitir enfermedades y debilitar el sujeto. Todo es cuestión de dosis, cosa que se aprende con la experiencia...

Nutrir astutamente, cuidar suavemente

Escoja los abonos orgánicos para dar a sus plantas lo que les falta, asegurándose previamente que verdaderamente le falta la comida.
+ Ver: Por qué fertilizar ?.

Igualmente, prefiera las soluciones adaptadas si debe intervenir de cara a una enfermedad o un devastador. Escoja primero las soluciones más suaves, y después los métodos más completos. Es el principio de la respuesta graduada: frente a un ataque pequeño, respuesta pequeña, pero ¡delante de un gran riesgo, gran solución !