Limpie sus macetas y jardineras

Antes de cualquier plantación en una maceta ya usada, piense en tener los buenos gestos. Evitará las enfermedades, y sobre todo obtendrá unos cultivos más bonitos. ¡Y eso en maceta, no tiene precio!

Cambiar, o guardar, el dilema

Las flores bulbosas que han florecido bien, las plantas de estación que han dado muchas flores… Dan ganas de darles la oportunidad de permitirles “jugar una segunda estación”. Pero mientras tanto hay que guardarlas en vegetación, ofrecerles los buenos cuidados para que reconstituyan sus reservas. Esperando este momento, estas cogen mucho sitio, y es justo eso lo que nos hace más falta en un balcón o una terraza. A ustedes de escoger: es apasionante seguir una planta durante todo un año, pero cuando tenemos ganas de flores todo el año, ¡hay que renovar y por tanto hacer sitio!

¿Guardar o no guardar la tierra?

Cuando reutiliza una jardinera o una maceta, lo que tiene dentro le puede servir solo bajo ciertas condiciones: ha contenido un cultivo con un pequeño desarrollo (albahaca por ejemplo), que no ha estado enfermo y cuyas raíces no han cogido todo el volumen de la maceta. Lo mejor, es, así todo, renovar la tierra, aunque sólo sea para ofrecer un sustrato rico y nutritivo a sus futuras plantaciones.

Pequeña desinfección

Una vez que haya vaciado sus macetas, páselas al agua. No solo le desembarazará de eventuales devastadores escondidos (¡a las babosas les encanta esconderse en el reborde de las macetas!). Pero sobre todo, le dará lustre a sus macetas, que están menos pimpantes cuando las desatendemos. Basta con cepillar sus macetas con agua jabonosa. ¡Inútil de sacar la lejía y otros productos tóxicos!