Cultivar en contenedores insólitos

Transformar un contenedor en maceta para plantas, es una forma de darle una nueva vida. Pero hay reglas que respetar, ¡tanto para el bienestar de la planta como para su lado estético!

Cultivar en contenedores insólitos
Un surtido de contenedores recuperados
Cultivar en contenedores insólitos

Las cajas de madera
Que estén concebidas para acoger plantas como las macetas de Versalles (La Rolls de macetas de madera para los cítricos) o que se trate de un embalaje reciclado, la madera hace buenas migas con las plantas. Al menos si está protegida por un barniz o una pintura que la proteja de la humedad. Puede, de esta forma, doblar una hoja de plástico (como los plásticos para el cultivo del fresal), que pegará o grapará a la madera. La madera formará una patina y dura de media entre 3 a 5 años, según la especie, el espesor, el tipo de planchas etc.
¿Para qué plantas? Los vegetales con crecimiento rápido y con una vida larga como las aromáticas, las gramíneas, euphorbias, etc se adaptan bien a este tipo de contenedor. También estarán a gusto los arbustos, pero tendrá que encontrarles un nuevo contenedor al cabo de unos años.

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En la cerámica
A parte de las macetas barnizadas, es posible cambiar el uso de numerosos objetos de cerámica para acoger plantas, como viejas soperas y otros objetos huecos. La ventaja de esta materia viene de su resistencia a la humedad. Hay que empezar por perforar con una mecha para azulejos para hacer agujeros de drenaje, indispensables a menos que quiera cultivar plantas que requieren una tierra empapada permanentemente. Calcule un agujero por cada litro de volumen del contenedor, es decir, 3 agujeros para una gran sopera. La loza a un toque chamarilería, pero no resiste bien las heladas del invierno. Acuérdese de vaciarlas cuando el frío se acerque, al final del otoño. De esta forma podrá conservarla durante años.
¿Para qué plantas? Todas las que tienen un cepellón lo bastante pequeño para entrar dentro del contenedor, y que es fácil recuperar al final del año; helechos, gramíneas, bulbos e flores, tomillo, fresales etc

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Los contenedores metálicos
Viejos tambores de lavadores, o cualquier objeto que desvíe de su uso original, el metal adquiere inmediatamente un aspecto oxidado al contacto con el vegetal; si no es el efecto que buscaba, vale mejor optar por contenedores convencionales, por ejemplo en resina. Si no, puede transformar el objeto en maceta, observando que el fondo tenga al menos 3 a 5 agujeros de drenaje, y, prevea una buena capa de drenaje en el fondo. Póngalo sobre calas para facilitar que el agua escurra. Atención, en verano, el metal se calienta mucho al sol. Un sitio a la sombra o medio sombra es más adaptado. ¿Para qué plantas? Los arbustos y las trepadoras aprecian los grandes volúmenes que les ofrecen estos contenedores metálicos como los tambores de lavadora. También puede prever un huerto en maceta.

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Los sacos y contendores blandos
Los contenedores dúctiles, para rellenar con tierra y plantar, están bien adaptados a un uso a largo plazo si están fabricados con fibras resistentes a las intemperies, como los huertos en sacos. En este caso, no ha gran cosa que hacer una vez que ha instalado los sacos. Pero si desea reciclar un saco de un material diferente, piense en ponerlos a resguardo del sol, y considérelos como una instalación efímera, durante una temporada. Al cabo de un año, la lluvia y el sol habrán estropeado sus costuras o ribetes. Un bolso viejo, unos pantalones viejos encontrarán una vida vegetal. Use un sustrato ligero.
¿Para qué plantas? Vegetales que caen como las hiedras, los geranios cubre suelos, las heucheras… Todas son fáciles de trasplantar una vez que el contenedor ha terminado su uso.

M. Jean-Michel GROULT
 
Pépinières PLANFOR
1950 Route de Cère
40090 UCHACQ - FRANCE
Tel : 913.753.030