Las cochinillas con caparazón

Su presencia es discreta pero los estragos que causa son bien visibles. Se trata de insectos picadores bien escondidos y bien protegidos, que causan sobre todo problemas en los interiores y bajo un sitio resguardado o en un clima suave. Proliferando, las cochinillas con caparazón debilitan la planta y pueden conllevar otras enfermedades.

Las cochinillas con caparazón

Las cochinillas con caparazón

Los síntomas

Al principio, tomamos a menudo las cochinillas con caparazón por simples pequeñas verrugas a lo largo de los tallos y en las hojas. Después van aumentando en número y las carapazas en forma de costra clara (lo más amenudo amarilla o blanca) aparecen en las hojas, a lo largo de los nervios. Las hojas se vuelven pegajosas, mientras que la planta afectada pierde su vigor. Las partes muy atacadas amarillean y pueden contraer la fumagina o negrilla.

Su ciclo

La llegada de un único individuo basta para conducirnos a una verdadera plaga, las cochinillas con caparazón pueden reproducirse sin fecondación. Por otra parte, no se conocen los machos de las cochinillas con caparazón : solo hay hembras, ¡que se desentienden de los señores !

Cómo luchar

Es importante bien observar sus plantas para poder localizar los primeros individuos. En el caso de que haya una presencia de unas pocas cochinillas con caparazón, las puede aplastar con la uña. Puede igualmente desalojarlas con la ayuda de un bastoncillo de algodón empapado de alcohol. En caso de tener una plaga importante, solo un tratamiento acabará con ellas. Hay que utilizar entonces una emulsión de aceite (producto especial anti cochinillas) a pulverizar sobre todo el follaje. Atención : algunas plantas no soportan este tratamiento, como las que están cubiertas de una cera azúl : las echeverias y los helechos.

Cómo evitarlo

El confinamiento de las plantas favorecen este parásito, como por ejemplo en los vegetales que guardamos todo el año al interior, y que no han salido al exterior durante el verano. Piense en airear las plantas cultivadas en maceta, durante la estación cálida. Por cierto, inspeccione las nuevas plantas que lleguen a su casa (sobre todo los esquejes que le den) ¡ya que es a menudo de esta manera que el devastador escoje su domicilio como su casa !

Bueno a saber

Los cítricos son particularmente sensibles a este devastador, al igual que las palmeras cultivadas en el interior. Al exterior, es el bonetero de Japón que se encuentra con este problema. Esta sensibilidad está renforzada por la falta de agua, en las plantas que no regamos amenudo. ¡Hay que acordarse de que las cochinillas proliferan en las plantas que sufren!

M. Jean-Michel GROULT
 
Pépinières PLANFOR
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